La idea de adquirir una vivienda representa un sueño para muchas personas en todo el mundo. Buscan encontrar aquel inmueble que responda a sus necesidades y que muestre todo aquello con lo que llevan deseando para un hogar.
El mercado inmobiliario es un muy competitivo, existe mucha oferta y demanda. Esto hace que no siempre sea posible adquirir una vivienda del tipo y esquema que deseamos. La idea principal es encontrar un inmueble que esté en buenas condiciones y que no tenga nada que arreglar y para encima que nos guste.

Este sueño idílico se cumple muy pocas veces. Una idea que comienza a calar hondo es el hecho de visitar viviendas que necesiten reforma pero se ajusten a las necesidades que deseamos y además su precio sea mucho más reducido.
Tenemos que tener muy en cuenta que la idea de reformar una casa es mejorar su aspecto y añadirle una mayor valoración y cotización para una posible futura venta.
En este punto es necesario saber que, si planeas vender tu casa en el futuro, puede suceder que el dinero que gastado en la remodelación no se contabilice en la reducción de impuestos a las ganancias de capital.

Solo las mejoras se consideran una restauración legal, aumentará el precio de adquisición; por ejemplo, ampliar la propiedad, agregar habitaciones, crear una piscina, incluir calefacción central, etc., puede agregarse al impuesto sobre las ganancias de capital.